Ejercicios de alto impacto y el suelo pélvico: cómo disfrutar sin comprometer tu salud
Sabemos que los entrenamientos de alto impacto tienen un atractivo especial: te permiten quemar energía mientras saltas como si volvieras a ser adolescente. Pero para muchas mujeres, especialmente tras ciertas etapas de la vida, el suelo pélvico puede no estar tan fuerte como antes.
En Método Personal, entendemos que querer mantener la intensidad no debería comprometer la salud de tu suelo pélvico. Si te preocupa sentirte incómoda durante una clase de alto impacto o, peor aún, enfrentarte a fugas incómodas, tenemos buenas noticias: no tienes que elegir entre un entrenamiento potente y proteger tu suelo pélvico. Aquí te mostramos cómo hacerlo de manera segura.
¿Te reconoces en alguna de estas situaciones?
Muchas mujeres, antes de una clase de alto impacto, pasan por un ritual que incluye ir al baño, evitar beber agua o usar protectores. En Método Personal, sabemos que esto no tiene por qué ser así. Con los ajustes correctos en tu entrenamiento, puedes disfrutar de la intensidad sin preocupaciones. Aquí te damos algunas alternativas a los ejercicios comunes de alto impacto que puedes implementar en tu rutina:
Jumping jacks
Si abrir las piernas en un salto completo te causa incomodidad, prueba con taps laterales. Puedes hacerlos con un buen estiramiento hacia los lados para mantener la intensidad, o también optar por una variación donde mantienes los pies juntos, haces una sentadilla y alzas los brazos sin despegar los pies del suelo. Si lo haces a buen ritmo, lograrás subir tu frecuencia cardíaca mientras trabajas los muslos, sin comprometer tu suelo pélvico.
Correr o trotar
El impacto del correr en el sitio puede ser brutal para tu suelo pélvico. En su lugar, prueba caminar o trotar mientras avanzas; el movimiento hacia adelante es más amable para el cuerpo. Correr cuesta arriba también es una opción más suave. ¿Prefieres algo menos agresivo? Marchar en el sitio con las rodillas bien arriba y haciendo movimientos amplios con los brazos es una gran alternativa.
Patadas al frente, al costado o atrás
Las patadas pueden ser agresivas para el suelo pélvico si se hacen con rebote. Para evitarlo, simplemente levanta la pierna sin el salto. Si añades un movimiento alterno de brazos, podrás aumentar la intensidad sin sacrificar la estabilidad de tu suelo pélvico.
Saltos y elevación de rodillas con piernas abiertas
Saltar es un clásico de los entrenamientos de alto impacto, pero para tu suelo pélvico puede ser una pesadilla. Opta por elevar los talones hacia los glúteos con una acción de curl en lugar de saltar, o realiza una elevación de rodillas con las piernas juntas para reducir el impacto. Evita el rebote que normalmente acompaña a estos ejercicios y notarás cómo tu suelo pélvico te lo agradece.
Bajo impacto no significa baja intensidad
Un mito muy común es que los ejercicios de bajo impacto no son intensos. ¡Nada más lejos de la realidad! De hecho, los ejercicios de bajo impacto pueden activar mejor los grupos musculares más grandes, como los muslos y glúteos, si simplemente bajas el cuerpo un poco más hacia el suelo con cada movimiento. Solo necesitas doblar las rodillas un poco más y sentirás la quema en las piernas, sin necesidad de saltar.
Entrena fuerte sin comprometer tu suelo pélvico
Los ejercicios de alto impacto son maravillosos cuando tu cuerpo está en condiciones de mantenerlos. Pero si ya sufres de debilidad en el suelo pélvico o estás en riesgo, el resultado puede ser incómodo y embarazoso. La buena noticia es que no tienes que dejar de entrenar. En Método Personal, te ayudamos a adaptar tu rutina para que disfrutes de la intensidad sin comprometer la salud de tu suelo pélvico.
Si necesitas más información sobre cómo fortalecer tu suelo pélvico o buscas un entrenamiento personalizado que se ajuste a tus necesidades, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Además, ¡no te olvides de descargar nuestra guía gratuita de hipopresivos para fortalecer tu suelo pélvico desde casa!