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El suelo pélvico y tu core: la base de tu fuerza

Cuando pensamos en el "core", automáticamente nos vienen a la mente los abdominales, ¿verdad? Pero hay mucho más detrás de este grupo de músculos, y en Método Personal sabemos que el suelo pélvico juega un papel fundamental. El suelo pélvico no solo es la base de este grupo, sino que trabaja en conjunto con los músculos profundos del abdomen, la espalda y el diafragma para darte estabilidad y soporte en cada movimiento.

¿Sabías que la presión interna en tu abdomen cambia con cada ejercicio? Imagina que estás levantando peso: la presión aumenta. Cuando lo bajas, la presión vuelve a la normalidad. Tu suelo pélvico, junto con el resto de tu core, debería ajustarse automáticamente para adaptarse a estos cambios.

¿Cómo funciona el core idealmente?

En una situación perfecta, el cuerpo hace todo este trabajo de forma automática y eficiente. Cuando levantas peso, por ejemplo, tu suelo pélvico se activa al subir, los músculos del abdomen y la espalda se contraen para estabilizar tu columna, y tu respiración fluye sin problemas. ¡Así es como deberíamos funcionar! Pero claro, no siempre todo está en su sitio.

Cuando uno de los músculos del core, incluyendo el suelo pélvico, está debilitado o dañado, esta coordinación natural se ve afectada. ¿Y qué pasa entonces? En lugar de ayudarte a levantar con seguridad, tu suelo pélvico puede sobrecargarse, lo que a largo plazo puede resultar en problemas como pérdida de control de la vejiga, prolapsos o incluso más dolor de espalda. Esto sucede porque no hay un equilibrio adecuado en la presión interna del abdomen durante los ejercicios.

En Método Personal, te enseñamos a fortalecer tu core de manera inteligente, sin forzar el suelo pélvico y evitando esos problemas a largo plazo que nadie quiere enfrentar.

La flexibilidad del suelo pélvico: ¡Tan importante como la fuerza!

Aquí está el error más común que vemos en Método Personal: muchas personas piensan que para tener un core fuerte, hay que contraer constantemente los músculos, mantenerlos rígidos todo el tiempo durante el ejercicio. ¡Falso! La clave no es solo la fuerza, sino también la flexibilidad. Para que tu suelo pélvico funcione como parte de tu core, necesita poder relajarse, levantar y sostener cuando sea necesario.

Bracing o tensionar continuamente el core durante el ejercicio puede hacer que los músculos se pongan demasiado rígidos. Este exceso de rigidez, lejos de ayudarte, puede llevar a que tu suelo pélvico se vuelva demasiado tenso, lo que puede generar problemas como:

  • Urgencia urinaria y pérdidas. No solo los músculos débiles causan estos problemas, los músculos demasiado tensos también.

  • Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.

  • Dificultad para vaciar la vejiga.

En Método Personal, te ayudamos a encontrar ese equilibrio perfecto entre fuerza y relajación, para que tu core y tu suelo pélvico trabajen de forma coordinada, sin forzar más de la cuenta.

La solución: Un enfoque personalizado de Método Personal

Si estás experimentando alguno de estos síntomas o simplemente quieres prevenir problemas futuros, no dudes en consultar a un profesional. En Método Personal, diseñamos programas personalizados para que fortalezcas tu core y tu suelo pélvico de manera segura y efectiva. Recuerda: no se trata solo de apretar, sino de entrenar con inteligencia y saber cuándo relajar.

Y no olvides, ¡tenemos una guía gratuita de hipopresivos que puedes descargar hoy mismo! Es una excelente forma de empezar a trabajar en tu suelo pélvico desde casa y obtener resultados visibles. Porque en Método Personal, tu bienestar está en el centro de todo lo que hacemos.