Buenas, aquí Víctor Herrero. ​El seguimiento de tu progreso es fundamental para mantener la motivación y medir los cambios que vas logrando. Sin embargo, recuerda que el peso no es el único ni el más importante indicador de transformación. Por eso, en este reto, te animamos a utilizar una combinación de métodos que reflejen de manera más completa tu evolución.

1. Pésate de Forma Consistente

Si decides usar el peso como referencia, es importante hacerlo siempre en las mismas condiciones:

  • Recién levantada por la mañana.

  • Sin ropa o con ropa ligera.

  • Antes de desayunar y después de haber ido al baño.

Esto garantizará que las cifras sean comparables y no se vean afectadas por variables como la hidratación o la alimentación.

2. Toma tus Medidas Corporales

Medir ciertas partes del cuerpo te permitirá observar cambios significativos, aunque el peso no lo refleje directamente. Los lugares clave a medir incluyen:

  • Cintura.

  • Abdomen (a la altura del ombligo).

  • Cadera.

  • Muslos.

Usa una cinta métrica flexible y realiza las mediciones siempre en las mismas zonas. Anota tus resultados para comparar al finalizar el reto.

3. Fotos del Progreso

Sacar fotos de manera regular es una de las herramientas más visuales y motivadoras para notar los cambios. Aquí tienes algunos consejos:

  • Hazlas cada semana, siempre a la misma hora, preferiblemente por la mañana.

  • Usa la misma ropa (por ejemplo, ropa ajustada o un bikini) para que sea más fácil identificar los cambios.

  • Toma las fotos en el mismo lugar y bajo la misma luz.

Ejemplo:
Imagina que tomas una foto al inicio del reto con unos leggins y una camiseta ajustada. Cada semana, repite esta foto en el mismo espacio. Al comparar las imágenes, podrás observar cómo tu cintura se define más, cómo los leggins se ajustan mejor o incluso cómo mejora tu postura.

4. Tu Ropa Como Referencia Extra

Una de las formas más motivadoras de notar los cambios es usar la ropa como referencia. Ese pantalón que antes no cerraba del todo o esa camiseta que te quedaba muy ajustada pueden convertirse en indicadores claros de tu progreso.

Ejemplo:
Antes de comenzar el reto, prueba a ponerte un pantalón que te quede un poco ajustado. Cada dos semanas, vuelve a probarte esa prenda. Sentir cómo se ajusta mejor, cómo tienes más movilidad o cómo te sientes más cómoda será una señal clara de que estás avanzando.

Recuerda:

El peso es solo un número. Lo que realmente importa es cómo te sientes, cómo evoluciona tu cuerpo y cómo recuperas tu confianza. Este proceso no se trata solo de transformación física, sino también de bienestar y empoderamiento personal.

¡Celebra cada pequeño avance y sigue adelante!